Ahora si, ha llegado la hora de hablar del mexicano desnudo.
Paseaba yo a la hora de la siesta por el monte, cercano a las casas, sin miedo de que un paisano me tire una piedra o me tire a la piedra, que nunca se sabe, mas que nada, porque a esas horas la gente esta durmiendo como un cerdo, que es una de las propiedades del pueblo, cuando, sin previo aviso, me encuentro esto:
Evidentemente ante la conmoción de tal visión, no me dió tiempo a reaccionar y salí capturado en la foto (me podeis encontrar debajo del 4 arbol empezando por la izquierda de la imagen).
Este y otro fenomenos extraños estan acosando al pueblo ultimamente, pronto os hablaré de otro de ellos, las Ovejaciones...
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